La dualidad se revela en un ser que combina la fragilidad de un pájaro, la potencia de un arco y la determinación de una flecha. Los ojos desafiantes en el cuerpo de la criatura reflejan una mirada que nos invita a confrontar nuestra propia dualidad. Como el ave que es a su vez un arma, nos enfrentamos a la realidad de que nuestras acciones pueden ser tanto nuestra amenaza como nuestra liberación.